EL SECRETO MEJOR ESCONDIDO TAN CERCA DE ORLANDO Y PARA TU PAX

¿Cultura en Florida? Totalmente posible y relativamente cerca
EL SECRETO MEJOR ESCONDIDO TAN CERCA DE ORLANDO Y PARA TU PAX

Sí, allí estuvimos y así lo vimos. Casi casi la misma distancia que recorre tu pasajero para ir de Orlando a las montañas rusas de Busch Gardens, quizás agregándole unos 15 minutos más en auto, la tiene para ver una de las exhibiciones imperdibles del mundo: el museo de Dalí de St. Petersburg, en las cercanías de Tampa. Te lo presentamos en fotos, tal como lo vimos, y al final te daremos algunos detalles finales, para que pases de frente a las fotos. Simplemente maravilloso, y a donde tu pasajero podrá llegar manejando, antes de la playa, las compras y las diversiones floridianas.

Eres tan, pero tan perspicaz y sutil como son todos los lectores de T News, de modo que sí, lo que están viendo estos visitantes (y tú con ellos) es un cuadro de Abraham Lincoln.


Pero un momento, ya visto de cerca ves otra cosa, es la musa de Salvador Dalí mirando a una ventana. Eso es Dalí, y no te vamos a contar su biografía y su importancia, y sus efectos, porque sabemos que sabes.


Y si no sabes o no recuerdas quién fue Salvador Dalí, quiénes somos nosotros en este humilde medio para insinuar que chapes tu Wikipedia, pero ya.


El museo no tiene 3 cuadritos que se le quedaron a un coleccionista en unas vacaciones en Florida. NO. Es un museo de talla mundial y si Wikipedia te dice que está en San Petersburgo, se refiere a FLO RI DA, no la fría y lejana Rusia. Y para efectos prácticos, bastante cerca de Mickey Mouse, y del Outlet Mall, y de Walgreens donde compras los encargos, y de todas esas cosas por las que tu pax viaja a los United States.


Obvio, como cualquier museo que se respete, hay guiado en vivo, o puedes usar esas audio guías que tienen un canal en español, pones el número y escuchas. El museo tiene wi fi, de modo que puedes combinar la experiencia con tu propia búsqueda en tu smartphone.


No digas qué buenas réplicas, porque te sacan a escobazos. Todos originales. La colección más grande fuera de Europa, y lo suficientemente completa para tener lo que los expertos llaman una retrospectiva del autor. Estudiosos del arte saben de él, y saben además que no está en Washington ni Nueva York, sino en Florida.


El diseño del museo es surrealista. Una arquitectura de maravilla. Una escalera que termina en el techo como una serpentina. Una cafetería con tapas, tortilla española y sopa gallega que tu pax no se la puede perder, y una tienda para que se compre uno de esos relojes que se chorrean de la mesa, o unos bigotes largos.


Acá están: una pareja de aficionados al pintor empezaron por un cuadro y se dedicaron a seguir su temática, a la vez que cultivar una amistad, hace ya varias décadas. Temiendo que la colección se disperse, buscaron un lugar para un museo en todo Estados Unidos y por alguna razón terminaron en la costa de St. Petersburg, destino excepcional, que ahora es famoso por sus playas y el buen clima del Golfo de México.


Este visitante viajero había comprado un libro en sus épocas universitarias donde estaba este cuadro, y donde se ve al mismo Dalí, pintándolo. Vuelto a Lima lo buscó y sí, la referencia del libro habla de la ubicación en Florida. La misma que promueve Lorena Maggiolo en Lima. ¿Pueden creerlo? Tantos años visitando Orlando sin saberlo.


Ahí estuvimos. Si el pasajero les abre los ojos y les dice: ¿Arte en Florida? Solo respondan: seeeee. Y no se lo pierdan.


Qué les podemos decir, no pudimos evitar la tentación. Allí estuvimos hace un mes.


La nueva ubicación del museo va a cumplir seis años y es famosa por su claraboya de vidrios, como un encuentro de formas. Vayan y ofrézcanlo.



Últimos detalles:

96 óleos, cerca del mismo número en acuarelas, dibujos por montones, fotografías de Dalí con su musa Gala, muchísimas. Según expertos, tiene 7 de las consideradas obras maestras del artista. 200 mil visitantes al año, aprox., y esos cuadros que te quedas mirando y los vuelves a mirar porque descubres cosas diferentes, formas coincidentes, y mucha genialidad. Los esposos coleccionistas se llamaban Albert Morse y Eleanor Morse.

Un detalle más:
Vuelvan a la imagen 2 y verán que al lado del pie de Gala, está la misma reproducción de un Abraham Lincoln hecho de píxeles, y pasa lo mismo cuando la ves de cerca, con la curiosidad de que el cuadro se pintó en 1975, cuando nadie conocía las computadoras, los IPads y nadie entendía qué era un pixel. Para ser exactos, este es el único cuadro que es una reproducción casi exacta. Los demás, todos auténticos. Pueden seguir explorando por su cuenta, hicimos tres horas y media desde Fort Lauderdale y una desde Orlando. Puede ser el inicio de una nueva forma de conocer Florida. Au revoir.