LAS ACTIVIDADES MÁS COMUNES PARA OCUPAR EL TIEMPO MUERTO EN LOS AEROPUERTOS
Aquellos que están más habituados a viajar sabrán que hay momentos de cierto aburrimiento en los aeropuertos esperando a que el vuelo salga hacia la destinación. En muchas ocasiones, este tiempo es breve y las circunstancias no suelen ser las mejores para seguir siendo productivo o sentirse satisfecho con uno mismo. Por ese motivo, a continuación, repasaremos algunas ideas de actividades que se pueden hacer para que sea más cómodo el paso de los minutos.
Hay quienes aprovechan cualquier momento para seguir en el trabajo y ya hay espacios reservados, más o menos silenciosos y con buena conexión a internet, para que los viajeros, ya muy habituados a las nuevas tecnologías, puedan sacar el portátil o el móvil y sigan siendo productivos. Un buen momento para realizar tareas cortas pero necesarias, como podrían ser llamadas o la contestación de correos electrónicos.
Para los trabajos más creativos, es un buen momento para pensar en lo hecho hasta el momento y buscar otras vías de inspiración. Por eso, hay quienes recomiendan viajar siempre con una pequeña libreta o agenda para ir anotando diferentes ideas o posibles tareas que puedan ser desarrolladas una vez lleguemos al destino. Cuando se viaja, nuestra mente suele ser más receptiva, y eso hace aflorar nuevos pensamientos.
Entretenimiento y contemplación
Ya fuera del entorno laboral, una de las actividades más comunes y fáciles de practicar está relacionada con las aplicaciones de entretenimiento para celulares. Algunas de las más populares son, por ejemplo, la agrupación de caramelos del mítico y clásico juego Candy Crush, las partidas de poker de la plataforma PokerStars o las batallas virtuales de la aplicación Clash Royale.
También es un buen momento para realizar actividades culturales que, en muchas ocasiones, quedan en un segundo plano en nuestro día a día debido a la rutina. Leer un buen libro, consultar el periódico, escuchar nuestro grupo de música favorito o un podcast interesante son algunas de las prácticas que recomiendan los expertos para relajar la mente y, a su vez, sentir que no hemos desaprovechado en absoluto el tiempo.
Y por qué no, otra de las actividades a proponer es la simple contemplación, el no hacer absolutamente nada. Observar el tráfico de gente que va y viene o cerrar los ojos y centrarnos en nuestra respiración son cosas que muchos no están nada habituados a hacer y que pueden ayudar a que volvamos a la actividad con más energía y una mente mucho más despejada. Es suficiente con unos minutos de introspección y relajación.
Actividades del propio aeropuerto
Si eres de los que viajar siempre le despierta un poco de inquietud y tienes la necesidad de moverte, el propio aeropuerto tiene actividades para los viajeros más inquietos. Una de ellas, y que muchos suelen poner en práctica, es dar una vuelta por sus enormes instalaciones viendo los diferentes modelos de aviones o las destinaciones.
En las propias instalaciones podemos encontrar otros atractivos para distraernos. Ya son habituales las pantallas que transmiten eventos deportivos, los pianos a disposición de los viajeros, la exposición de productos lujosos como coches, o las propias tiendas que nada tienen que envidiar a las de unos centros comerciales. Dar una vuelta e incluso buscar un regalo para nuestros seres queridos es algo común.
Y no nos podemos olvidar de la restauración, un aspecto muy importante en los aeropuertos. Hace unos años se relacionaba el viajar con la comida rápida, pero ahora podemos encontrar desde las marcas más conocidas de comida rápida hasta cafeterías y restaurantes de servicio más pausado que podríamos encontrar en el centro de las ciudades. Viajar no está reñido en mantener unos hábitos saludables.
Como se puede ver, hay numerosas actividades que se pueden dar en los aeropuertos mientras esperamos a poder embarcar en nuestro vuelo. Ya seas de los que quieren seguir siendo productivos o de aquellos que aprovechan ese movimiento entre ciudades para la relajación, hay varias posibilidades a la disposición de cada uno. Solo hace falta no desconectar demasiado para no perder el vuelo y ¡a disfrutar!