Es el gemelo del Quantum of the Seas que ya marca una nueva generación de naves inteligentes.
El barco partió del Bayone Newark Port.
Qué les podemos decir allí estuvimos y así lo vimos, donde había un oso esta vez una jirafa.
¿El musical de Queen que estuvo en Broadway a bordo? Seee.
Nuestra camarita viajera cumple cuando le permiten la primera fila de un show de clase mundial.
El Music Hall, un área de conciertos en vivo, verdadero rock. Un barco no es para viejos ni para familias con bebitos. Hay para los jóvenes tecnologizados.
Y los autos chocones en un barco que se mueve duplican la diversión. Todos lo prueban.
Esta pulsera lo puede todo. Con ella abres tu cabina, con ella haces tus reservaciones y con ella buscas tus fotos y solo las ves tú y decides si imprimirlas o descargarlas en tu smartphone.
Royal Caribbean es también el encuentro con los queridos personajes de Dreamworks.
Se parece a la administradora de una tarjeta de asistencia en Lima, pero esta es la real.
Joanna Sasieta nos muestra parte de ese lujo moderno que ahora se encuentra en la nueva generación de naves de Royal Caribbean.
Espectacular tasting de vinos, muy conveniente antes de una cena y todo posible con tu pulsera electrónica.
En una de las cenas con Aída Loredo y su simpática hija Karinna Scheelje Loredo.
Juanita Sasieta, una institución en la venta de barcos en Perú.
Aída Loredo, Juanita Sasieta, Joanna Sasieta y Karinna Scheelje.
El barco Anthem of the Seas presentado por Joanna y Juanita Sasieta.
No es Guajaja, es la esplendorosa sonrisa de un instructor que te hace volar.
Joanna probó el i Fly y lo hizo realmente con estilo a pedido de T News.
Un masaje de cachetes espectacular pero muy bien manejado por Joanna. Hay que mostrar para vender.
Prohibido decir eso no es para mí y menos al pax, es emoción pura y sigues en el crucero.
Un show de cabaret para la primera noche con pantallas robóticas. Toda la modernidad en un barco.
Y como olvidar esta cápsula que te permite ver el barco desde el mismo barco. Gran reencuentro.
Una suite junior, sencillamente una maravilla en medio de un lujo moderno, tecnológico y no opulento. Ya nos vamos.
Hasta el siguiente barco. Gracias Juanita y Joanna por permitirnos conocerlo. Se nos escaparon algunos drones a bordo y un spa de sueño, pero tienen suficiente para venderlo. Pasajero que quiere desconectarse del Internet no existe. Esto es lo más reciente y recomendable y tu pasajero te lo va a agradecer. Byeeee.
